Bienvenido a Saluda a la vida/dieta sana

Existe una frase popular que reza: “Somos lo que comemos”. Esto, aunque no puede tomarse literalmente nos hace reflexionar sobre la importancia que le damos a la dieta y la que realmente se merece. Muchos piensan que una dieta sana es insípida y necesariamente vegetariana. No creo que esto sea cierto. Nuestro blog es una invitación a cuidar nuestra dieta, que no es más que cuidar de nuestra salud.

jueves, 3 de julio de 2008

Consumo de agua






¿Cuántos litros de agua consumimos al día? Muchas veces escasamente llegamos a uno. Pero el consumo de agua es vital para la salud de nuestro cuerpo, que está formado en su mayor porciento por AGUA. Los médicos aconsejan beber al menos dos vasos de agua en ayunas, otros recomiendan beber tres o cuatro vasos y esperar media hora antes de ingerir otra cosa. El ejercicio no es fácil, sobre todo para los que llevamos muchos años empezando el día con un café.


¿Beneficios? Pues muchos:



  • Mejora la digestión y nos mantiene al corriente.

  • Pone la piel más tersa y hermosa

  • Favorece la circulación de la sangre.

  • Fortalece el sistema inmunológico, y por ende nos ayuda a combatir y prevenir las enfermedades.

  • Desintoxica, depura, limpia… tus riñones van a agradecerte.

  • Tonifica, combate el cansancio.

No lo dejes para mañana. Empieza por un vaso. Incrementa poco a poco, no vaya a ser que te asustes. Al principio vas a ver que tienes que correr al baño a hacer piss pero en unos días este efecto se auto regula.


Ahh!!!! Al día debemos tomar al menos dos litros de agua, preferiblemente sin azúcar, colorantes o levadura de cerveza. :) Agua, limpia y pura.

No paro de comer…


"Aunque no tenga hambre no me puedo contener. Veo la comida y me abalanzo sobre ella".

"Quiero adelgazar, pero no puedo aguantarme la boca. Después que como me entra una depresión terrible y me odio a mi misma"

"Veo a alguien comer y no puedo aguantarme. Cuando empiezo no paro hasta sentirme reventar"

"Aguanto y aguanto… hasta tres días hago régimen, pero al cuarto ya me rajo y como más que antes"

"Todo me gusta, disfruto comer, lo crujiente me entretiene y lo dulce me relaja."

Muchas son las causas que nos llevan a comer y comer sin control y a romper cada compromiso que nos hacemos de adelgazar. Algunos requieren atención especializada y de hecho, antes de decidirnos a llevar una dieta para adelgazar, debemos consultar a un especialista. Primero tendremos que descartar los factores biológicos que nos pueden condicionar esta actitud a comer de más y la tendencia a engordar, como los trastornos glandulares y no perder de vista los psicológicos, que condicionan nuestra conducta y nos llevan a tal descontrol.

Comer resulta muy placentero. ¿Quién puede negarlo? Pero antes de sobrevalorar los alimentos y el placer que provocan debemos valorarnos a nosotros mismos.

Comer para vivir y no vivir para comer.

Si llegamos a tener total convicción de ello podremos empezar a combatir la gula, y para ello el primer paso es aumentar nuestra autoestima. Si nos queremos un poco más empezaremos a valorar mejor lo que nos hace mejores y nos proporciona mayores beneficios. El placer de comer lo que nos gusta mucho empezará a ceder terreno al placer de nutrir nuestro cuerpo con alimentos saludables. No es que dejemos de disfrutar lo que comemos, es incluir nuevos indicadores en la evaluación de los alimentos: cuanto nos afecta o nos favorece, qué consecuencias buenas o malas traerán para nuestro cuerpo.

No están de más algunos consejos para combatir la ansiedad por comer todo el tiempo:

  • Pregúntate a ti mismo antes de llevarte algo a la boca: ¿Realmente tengo hambre… no será sed? Entonces tómate un vaso de agua y piensa: Estaba deliciosa.
  • Si vas a ver la tele y quieres "picar" escoge cacahuetes o alguna fruta. Si definitivamente te decides por las rositas o por las galletas no cargues con el paquete, pon algunas en un plato pequeño y si no es mucho sacrificio compártelas.
  • Evita el estrés y la ansiedad, si no puedes evitar la tentación escoge goma de mascar de cuando en cuando, sin azúcar preferiblemente.
  • Cambia de actividad de cuando en cuando. Realiza ejercicios físicos y bebe muchos líquidos (naturales, preferiblemente no gaseados y poco azucarados).
  • Si vas hasta la esquina a comprar algo de comer sal con el dinero justo para un bocadillo pequeño.
  • Declara un día a la semana como el día de la dieta sana. Ese día come solo frutas y vegetales. Invita a los amigos y comparte con ellos tus planes de controlarte la boca.
  • Sírvete en un plato pequeño y come con una cucharilla de postre, lo más lento que puedas y masticando muy bien. Te vas a sentir satisfecho muy pronto.
  • No esperes a sentirte desfallecer para comer algo. La ansiedad que genera el bajón energético te hará comer con desesperación.
  • Realiza varias comidas al día, balanceadas y poco abundantes. Si comes una o dos veces te verás obligado a comer mucha cantidad de una vez y la capacidad de tu estómago aumentará.
  • No vueles turnos, si lo haces tu cuerpo se preparará para sacar el mayor provecho de lo próximo que caiga al "saco" "por si las moscas" previendo se repita la falta y de seguro engordarás. Recuerda que tu cuerpo es una maquinaria perfecta.
  • Busca información y estudia sobre las ventajas de los alimentos sanos.
  • No te sometas a dietas indiscriminadamente. Casi todas terminan en decepción y depresión. Esto a su vez lleva a comer más.
  • Deja algo en el plato aunque no tengas mascota.

Y recuerda, empieza por conocerte y aceptarte. Ese es el primer paso. Comer es un placer para todos los sentidos. Está en tus manos sacar el mejor provecho de cada bocado.


 


 

lunes, 23 de junio de 2008

Nuestra cocina de fiesta

Cada día somos más las personas que hacemos vida social rodeados de tiestos y espumaderas. La cocina ha dejado de ser el rincón oscuro para convertirse en el centro del show. No solo es la cocina el centro de la casa, sino muchas veces el salón mejor decorado y en el que se invierte con mayor gusto en electrodomésticos y enseres. Es tradición de muchos pueblos festejar con comida variada, sabrosa y abundante. Saber cocinar y hacerlo bien se ha convertido en un reto para muchos y en un valioso atributo. Pero no siempre encontramos recetas fáciles y rápidas de hacer y echamos mano de las temerarias "comidas rápidas" o terminamos encargando la cena para "no errar". Hacer de la cocina un arte no es cosa de dos días ni de poco esfuerzo, pero no todo tiene que ser tan engorroso. Eso sí, hay varios puntos que debemos tener presentes para que la cocina, el show de la preparación y el acto mismo de consumir los alimentos se conviertan en algo provechoso y enriquecedor física y espiritualmente:

  • Planeemos un menú sencillo, que no nos agobie.
  • Tratemos de no improvisar si no somos expertos, el estrés ante el posible error no nos dejará disfrutar.
  • Tratemos de que todos participen, o al menos no dejemos solo al cocinero.
  • Hagamos gala de nuestro arte para presentar los platos.
  • Consideremos las diferencias de gustos.
  • Sorprendamos con algo diferente, experimentemos nuevos sabores.
  • No solo demos la receta, comentemos a nuestros invitados los beneficios que traen estos alimentos en nuestra dieta.